A pesar de que Angustias se sabía escasa de gracia y belleza, pues su madre -resentida vital- así se lo recordaba a menudo, guardaba en el fondo de su alma ese deseo: el anhelo de ser apreciada y valorada. Pero la que le dio la vida siempre que la miraba la designaba “fea” e “inútil”, inyectando los apelativos en …
